Aunque la testosterona es producida tanto por hombres como por mujeres, se considera la hormona sexual masculina por excelencia. Del mismo modo, el organismo de los hombres también produce estrógeno, que, aun así, se identifica como la hormona sexual femenina. Al alcanzar la madurez sexual, a los chicos les crece el vello facial y corporal, desarrollan músculos más densos, se les ensanchan los hombros y aumenta su apetito sexual. Por lo general, se cree que la libido masculina es más fuerte que la femenina y que los hombres buscan encuentros sexuales más a menudo que las mujeres, mientras que ellas tienden a prestar más atención al vínculo emocional o a los aspectos sociales y culturales de sus relaciones. La testosterona es precisamente la responsable de que los chicos se muestren más activos en este sentido.

Nuestro entorno tan cambiante hace que los jóvenes maduren antes, pero, por otra parte, contribuye a que la testosterona se agote más rápido. Aunque los niveles de testosterona fluctúan a lo largo de la vida de un individuo, los trastornos propios de nuestra civilización (aumento del estrés, falta de sueño y ansiedad generalizada) hacen que muchos hombres en la treintena o incluso antes comiencen a experimentar un declive en su apetito sexual o un menor tono muscular. En realidad, la mayor inapetencia y falta de forma a dichas edades se presenta en ambos sexos. La incapacidad de rendir sexualmente puede acabar provocando una depresión y perjudicando las relaciones íntimas a largo plazo.

Si optamos por el mal menor, existen diversos medicamentos, incluidos los esteroides anabolizantes, es decir, diferentes terapias testosterónicas, para tratar el hipogonadismo, un trastorno en el que la producción de hormonas en las glándulas sexuales se reduce o incluso se detiene. Por suerte, en el 95% de los casos no nos enfrentamos a estas situaciones tan extremas, pero el uso de dichos fármacos a menudo provoca más efectos secundarios que beneficios. Estos efectos incluyen alteraciones perjudiciales en los niveles de colesterol, testosterona y otras hormonas, hipertensión, daño hepático, renal y cardiaco, distensión muscular, rotura de tendones y rabdomiólisis, por no mencionar otras patologías dermatológicas y mentales. Al final, en vez de cambios positivos en la libido, podría obtenerse el efecto el opuesto. Puede que los aspectos éticos de las sustancias potenciadoras del rendimiento (PED, por sus siglas en inglés), que presuntamente proporcionan una ventaja deportiva injusta, no convenzan a todos hasta que dichas sustancias son prohibidas y acarrean sanciones y acciones judiciales contra sus usuarios. Es posible que muchas personas lo ignoren, pero entre las sustancias ilegales con efectos secundarios perjudiciales confirmados se incluyen la somatotropina u hormona del crecimiento (HC), la DMAA, la DHEA, el DIM, todo tipo de MRAS (moduladores selectivos de los receptores de andrógenos) y las prohormonas.

Si quieres cuidar tu salud, mantenerte alejado de sustancias dopantes y, al mismo tiempo, potenciar tu rendimiento y tu deseo sexual con ayudas ergogénicas legales, debes utilizar un producto como MUST TEST SPORT, basado únicamente en ingredientes autorizados y servidos en las dosis óptimas. Entre ellos, se incluye el ácido D-aspártico (conocido como DAA, por sus siglas en inglés), un aminoácido que, según indican claramente muchos estudios, puede incrementar la secreción de hormonas como la hormona luteinizante, así como la hormona foliculoestimulante y la somatotropina, que finalmente dan lugar a la producción de testosterona y al aumento de la fuerza. El Tribulus terrestris mejora la libido y la función sexual tanto en hombres como en mujeres y combate el trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH). Parece ser eficaz para mejorar el recuento espermático y puede reducir la tensión arterial y los niveles de colesterol. La maca, o raíz de Lepidium meyenii, puede contribuir a paliar las disfunciones sexuales, aumentar la fertilidad y potenciar la energía y la resistencia. Neutraliza los radicales libres y protege contra el estrés oxidativo. En el caso del fenogreco, algunas investigaciones preliminares indican que eleva los niveles de testosterona y mejora la función sexual en los hombres. También participa en el control del azúcar en sangre y en el tratamiento de la diabetes de tipo 1 y 2, así como en el control del apetito. Reduce el riesgo de inflamación y ayuda a incrementar la producción de leche en las madres lactantes. La L-arginina mejora la circulación sanguínea y aumenta la formación de óxido nítrico, por lo que disminuye la tensión arterial, lo cual, a su vez, ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y diabetes de tipo 2. Además, mejora las funciones cardiovascular, reproductora, pulmonar, renal, digestiva e inmunitaria. El palmito enano puede tratar el agrandamiento de la próstata o HPB (hiperplasia prostática benigna) y los STUI (síntomas del tracto urinario inferior). Al bloquear la enzima 5-α-reductasa, con lo que se inhibe la formación de DHT (y aumentan los niveles de testosterona), es capaz de mejorar la función sexual y de curar la calvicie estimulando el crecimiento capilar. El Panax ginseng, al ser un potente antioxidante, puede reducir la inflamación y ayuda a mejorar la función mental, especialmente en lo que respecta a la memoria y al estado de ánimo. También se cree que aumenta la energía, por lo cual podría convertirse en otra opción para el tratamiento de la disfunción eréctil, que se basa en la producción de óxido nítrico y la mejora de de la circulación sanguínea. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que la fórmula de MUST TEST SPORT es la mejor elección entre otros potenciadores de la testosterona disponibles en el mercado. Si quieres convertirte en una bestia en el gimnasio y en la cama, estar sano como un roble, fuerte como un toro y sexualmente activo como un bonobo, debes hacerte con MUST TEST SPORT. ¡Todo un must!